Home Deportes Josh Allen estuvo cero menos que de otro mundo en la trofeo...

Josh Allen estuvo cero menos que de otro mundo en la trofeo 44-32 sobre Tampa Bay

32
0
Josh Allen estuvo cero menos que de otro mundo en la trofeo 44-32 sobre Tampa Bay

Josh Allen fue cero menos que de otro mundo en la trofeo de hoy por 44-32 sobre los Tampa Bay Buccaneers, protagonizando un encaje que se sintió menos como fútbol dominical y más como un video destacado extraído de un videojuego con la configuración convertida en novato. Fue como si Allen hubiera decidido, en algún punto entre el túnel previo al encaje y el vestuario, que iba a acaecer la tarde reescribiendo el texto de récords de los Bills con un Sharpie, y logró precisamente eso, anotando seis ridículos touchdowns para los fieles de Buffalo y los espectadores hechizados en todas partes.

Desde la primera serie, Allen tenía la apariencia de un mariscal de campo desinteresado en goles de campo o jugadas conservadoras. Lanzó para tres touchdowns conectando 19 de 30 pases para 317 yardas y cada extensión de anotación hizo que la secundaria de los Buccaneers diagnosticara jugadas como si tradujera antiguos jeroglíficos, completamente desconcertada por su talento en el auxilio. Fue el tipo de representación aérea que hace que los coordinadores defensivos deseen que sus auriculares tuvieran un rama de silencio. Si los defensores esperaban que ese fuera el final de su encantamiento, Allen pronto les recordó que no solo juega a Jedi con el balón y que además es en parte bulldozer.

Anuncio

Allen se abrió camino con destino a la zona de anotación en tres ocasiones más, acumulando 40 yardas por tierra, mostrando toda la absolución y sutileza de un tren de carga sin frenos. Y fue en el contorno, especialmente en el final cuarto, donde pareció romper no sólo las tacleadas, sino además los ánimos, arrastrando consigo a los defensores como extras en su película de argumento personal.

En algún punto, los entrenadores de fútbol de inventiva gritaban de alegría sobre los cojines, agarrando sus teléfonos inteligentes mientras notificación tras notificación dejaban en claro que Allen no solo les salvó la semana. Aún así, él solo podría suceder acabado parlays de trofeo, cierres de playoffs y milagros de remontada. Si perdiste contra el propietario de Josh Allen esta semana, tu único apelación efectivo es cerrar la computadora portátil y sentarte en silencio por un rato.

Los Bills, ahora con marca de 7-3, lucen como el contendiente que esperaban ser y todo gracias a un mariscal de campo que, durante una tarde inolvidable, hizo que lo extraordinario se sintiera rutinario e hizo que los gerentes de inventiva de todo el mundo creyeran en la encantamiento.

Este artículo apareció originalmente en Touchdown Wire: Josh Allen fue cero menos que de otro mundo en la trofeo por 44-32 sobre los Bucs.